miércoles, 4 de julio de 2007

LOS HORCONES NO ALCANZÓ LA CUOTA

Tal como antcipamos, el equipo de Ni un pique partió el pasado sábado 30 de junio rumbo a la laguna Los Horcones, en el partido de General Madariaga. A las 9 de la mañana nos recibió Carlos (cel: 02267-15-665740), dueño del Paraje Los Horcones, quien nos dio todos los consejos necesarios para pasar la jornada de pesca.
Cerca de las 10 de la mañana llegamos al centro de la laguna remolcados en dos botes con capacidad para tres personas y comenzamos a pesca con muy poco viento y escaso moviemiento del agua; el panorama no pintaba bueno, ya que se sumaba el hecho de que, según nos confirmó Carlos, el agua estaba bastante turbia y para colmo la zona venía de sifrir varias heladas...pero nos animamos igual.
Como teníamos el dato de que el peje estaba muy abajo, probamos con líneas de tres boyas con brazoladas que a veces superaban 1,30 metros de profundidad. También tiramos un barranquín bien fondeado con el último anzuelo arrastrando por el lecho de la laguna.
Y el pique no se hizo esperar...en menos de 15 minutos Gustavo ya había clavado hasta un doblete y el barranquín trabajaba como loco. De hecho, las capturas de mayor tamaño salieron con esta modalidad de línea.
En cuanto a los aparejos, hubo de todo un poco: anzuelos nº 1 y 2 y boyas chicas, medianas y grandes -siempre tramposas-. A partir de nuestra experiencia, recomendamos dejar de lado
las boyas grandes debio a la escasa fuerza que presentan los pejerreyes en estas épocas de frio intenso, lo que
provoca que se aletargue y abandone la carnada ante la resistencia ofrecida por la boya.
Curioso fue el hecho de percibir que, en la mayoría de los casos, las capturas se realizaban sin que el pez nos opusiera mayor resistencia; casi siempre la pelea brilló por su ausencia. Como escuchamos por ahí, a veces era como traer un "zapato" enganchado a la línea.
Cerca del mediodía el viento del oeste empezó a soplar con fuerza y el oleaje complicaba la estabilidad de los botes. Jamás vamos a dar nombres, pero tuvimos un par de tripulantes que sufrieron los efectos del bomboleo y otro que casi comprueba empíricamente la profundidad de Los Horcones.

Se quemaron los papeles
Contrariamente a lo que señalan todos los manuales, con la llegada del viento se acabó la pesca, y cuando todo hacía imaginar que alcanzaríamos la cuota de 25 piezas por persona el pique se cortó definitivamente cerca de la 1 de mediodía.
Entre a falta de pique y los descompuestos por el oleaje, pusimos proa a la zona de los juncos, donde había un reparo natural y el agua se planchaba un poco. Y fue tirar y sacar inmediatamente: en tes minutos Gonzalo agarró dos pejes medianos y el entusiasmo alcanzó a la tropa. Pero otra vez se cortó. Así estuvimos desde las 2 de la tarde hasta las 16.30: nos movíamos, clavábamos uno o dos pejes inmeiatamente y se cortaba el pique; otra vez movíamos unos metros, sacábamos y se cortaba nuevamente.
Finalmente, Los Horcones nos dejó un promedio de unos 15 pejerreyes por persona. Tras hacer algunas averiguaciones supimos que al resto de los pescadores les había ido igual e incluso peor que a nosotros.
Pero como ya sabemos, siempre es mejor un mal día de pesca, que un buen día de trabajo.